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dc.contributor.authorReus Canales, Carlos Manuel
dc.date.accessioned2018-05-10T22:44:29Z
dc.date.available2018-05-10T22:44:29Z
dc.date.issued1997-12-15
dc.identifier.urihttp://repositorio.adp.edu.pe/handle/ADP/32
dc.description.abstractEn el capítulo uno se seguirá la evolución de la cooperación en seguridad hemisférica en las Américas. Los primeros esbozos que se dieron de cooperación en seguridad en las Américas fueron el siglo pasado, y fueron esfuerzos latinoamericanos, siendo el Perú en tiempos del Mariscal Ramón Castilla un importante impulsor de esta idea. Posteriormente, en el siglo veinte es Estados Unidos el que asumirá el liderazgo en lo que se refiere a la seguridad hemisférica. También se analizará como Estados Unidos expone su visión de seguridad cooperativa en la Cumbre de las Américas y en las Reuniones de Ministros de Defensa de Williamsburg y Bariloche, y que hay detrás de ello. Es importante hacer referencia al nuevo escenario interamericano de la Posguerra Fría en los ámbitos económico, político y social; para poder entender cómo es que surgen las nuevas amenazas a la seguridad. Para poder vivir en un ambiente de seguridad, debemos encuadrar éste dentro de la cultura de democracia y paz. La democracia es un requisito para la seguridad. En el capítulo dos se analizará el concepto de soberanía nacional, la asimetría de poder entre América Latina y Estados Unidos. Es importante manejar ese concepto para poder entender qué podemos esperar de la seguridad cooperativa. Se expondrá la injerencia de Estados Unidos a la soberanía de los países de la región, lo cual dificulta el diálogo interamericano. Se expondrán también consideraciones para mejorar el diálogo con Estados Unidos. En el capítulo tres se apreciará cuáles son los desafíos actuales al concepto de seguridad, en particular las amenazas de: narcotráfico, terrorismo, corrupción y degradación al medio ambiente, que no afectan solo al Perú, sino a las Américas. Estados Unidos considera a éstas como amenazas a su seguridad nacional, y es por ello que busca la seguridad cooperativa como medio para combatirlas. La Organización de Estados Americanos (OEA) ha tomado paralelamente los temas que Estados Unidos expuso en la Cumbre de las Américas y ha desarrollado una serie de conferencias para impulsar la cooperación frente a estas amenazas. En el capítulo cuatro se verá el nuevo rol de las fuerzas armadas en la región. Hay ciertos elementos que se mantienen, como la defensa de la integridad territorial y la defensa del orden público. Se analizará el por qué del gasto militar en la región y la reciente tendencia armamentista en la región y qué reacciones ha habido frente a esto. También se verá que rol las fuerzas armadas en la región tienen ahora nuevas funciones, como hacer frente a las nuevas amenazas, y llevar a cabo tareas de orden cívico. ¿Qué es entonces la seguridad cooperativa? Para entender el concepto de seguridad cooperativa, es necesario primero definir lo que es seguridad: La seguridad denota un estado de confianza, garantía y tranquilidad de la propia persona, instituciones y del Estado, frente a las amenazas o acciones adversas. Al Estado le cabe la responsabilidad de proveer la seguridad individual y la comunitaria, también le cabe asegurar la colectividad nacional para que puedan ser satisfechos los intereses y aspiraciones nacionales. La seguridad nacional es la situación en la que el Estado garantiza su existencia, su patrimonio, así como su soberanía e independencia. La seguridad nacional comprende a la seguridad interna y seguridad externa. La seguridad interna está orientada a preservar al Estado en sí y a la colectividad nacional de las amenazas de origen interno o externo; y, que se contraponen a su supervivencia, autonomía y logro del bienestar. La seguridad externa se dirige a la defensa de la existencia, soberanía, independencia e integridad del Estado frente a las amenazas que surgen desde el exterior del país. La seguridad hemisférica en las Américas es la seguridad vista tomando en cuenta a la región en su conjunto, y los medios de colaboración para lograr esta. En el período inmediato a la Segunda Guerra mundial, el concepto de seguridad hemisférica tuvo una connotación eminentemente militar. La amenaza ideológica de la antigua Unión Soviética, hizo que Estados Unidos agrupara a los países del hemisferio en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). La seguridad se expresó en términos de números y calidad de armamentos, efectivos militares y eficacia combativa. El término de seguridad fue ajeno a los índices de pobreza extrema, analfabetismo, insalubridad, desnutrición o calidad de la vida. Un único parámetro fue suficiente para determinar si el sistema protegía o no la seguridad hemisférica: la capacidad militar del sistema para enfrentar la agresión ideológica que no solo provenía de fuera del continente, sino que había sentado base ya en la zona geográfica del TIAR. Ahora que la Guerra Fría y el conflicto Este-Oeste han terminado la reconceptualización y la definición en términos operativos del concepto de la seguridad internacional ha cobrado nuevo impulso. De igual manera forman parte de este proceso las instituciones regionales de seguridad que se crearon en el contexto de la Guerra Fría. Lo que se busca ahora con respecto a las funciones de las instituciones de seguridad regional es integrar otros factores que afectan a la seguridad cada vez en mayor medida a la dimensión estrictamente militar tradicional. Estos son llamados “amenazas no militares”, entre las cuales podemos citar el terrorismo, el narcotráfico, la pobreza crítica, corrupción, la destrucción al medio ambiente, etc. Estas amenazas afectan la viabilidad política, económica y social de los Estados e inclusive afectan las relaciones internacionales entre estos. Al concluir la Guerra Fría y más aún con la desaparición de la Unión Soviética, Estados Unidos quedó como la única superpotencia militar. Por lo tanto ha tomado el rol de impulsor en la redefinición de funciones en lo que se refiere a seguridad internacional. Es Estados Unidos el que emplea el término de seguridad cooperativa (cooperative security) para las Américas. En nuestro hemisferio, Estados Unidos trata de llevar a cabo este nuevo proceso mediante el diálogo que se dio en la Cumbre de las Américas llevada a cabo en diciembre de 1994 en Miami; y a través de consultas entre los Ministros de Defensa, las cuales se realizaron en las Conferencias de Williamsburg de 1995 y en Bariloche en 1996. Es entonces Estados Unidos el creador de este nuevo concepto de seguridad: seguridad cooperativa. Llamada así porque se requiere de la cooperación a nivel multilateral para lograr poder enfrentar las nuevas amenazas que se presentan en el escenario de la Posguerra Fría. En el hemisferio occidental, Estados Unidos es no solo el creador sino el propulsor de este nuevo concepto de seguridad. Estados Unidos necesita de la participación del resto de los países del hemisferio y en especial de América Latina para poder enfrentar las nuevas amenazas. Por ello, este trabajo se concentrará en la relación de seguridad cooperativa entre América Latina y estados Unidos, que en la del resto de los países del hemisferio con Estados Unidos, es decir, países como Canadá, los Estados caribeños angloparlantes, etc. Lo que desea Estados Unidos en América Latina es estabilidad. Antes en la época de la Guerra Fría, Estados Unidos consideraba que lo que podía alterar la estabilidad en los regímenes latinoamericanos era la amenaza comunista, como se dio en Guatemala en 1954, Cuba a partir de 1959, República Dominicana en 1965, en Chile con Allende, y en la Nicaragua sandinista, por ejemplo; o incluso el Perú de los sesenta y setenta. Entonces nuestro país fue el único de la región, aparte de Cuba, naturalmente, que incorporó equipos militares soviéticos a sus inventarios de defensa. Estados Unidos consideraba la expansión comunista en el mundo y en América Latina, especialmente, como una amenaza para su seguridad nacional y a la cual debía hacer frente. Ahora, con el fin de la Unión Soviética, el fin del sandinismo en Nicaragua, el fin de la guerra en El Salvador y la menguada Cuba castrista como exportadora de revoluciones; las nuevas amenazas (no tan nuevas, porque ya existían, sino que ahora son tomadas en cuenta como amenazas serias a la seguridad nacional de Estados Unidos) que azotan el hemisferio son el narcotráfico, el terrorismo, la corrupción, la degradación al medio ambiente, etc. Estados Unidos percibe a estas amenazas, sobre todo al narcotráfico como una amenaza para su integridad nacional, porque distorsiona el funcionamiento de la economía mundial, y por los efectos nocivos que tiene el consumo de droga en su población: destruir su juventud, aumentar el crimen, la violencia, los accidentes; además de los gastos que representa para el Estado combatirla. Otras amenazas que azotan a otros países como la destrucción al medio ambiente e inestabilidad interna, como hubo en América Central o Haití, tienen el efecto migratorio sobre Estados Unidos. Estados Unidos quiere evitar que los países de la región caigan en el caos y la ingobernabilidad, pues esto significaría una entre otras cosas una oleada de inmigrantes hacia Estados Unidos. Por lo tanto, Estados Unidos necesita de la cooperación de los otros países del hemisferio para combatir estas amenazas, sobre todo porque estas en gran medida provienen de los restantes países del hemisferio. Es a raíz de esta necesaria cooperación que Estados Unidos promueve reuniones a nivel multilateral, es decir cumbres y reuniones hemisféricas para poder plantear los nuevos temas que son relevantes para el hemisferio en esta nueva era de la Posguerra Fría, y así tratar de lograr un consenso con y entre los otros países y como consecuencia crear mecanismos de cooperación para poder obtener resultados en la lucha contra las nuevas amenazas a la seguridad. Estados Unidos en términos bilaterales ha logrado desarrollar contenidos de colaboración con cada uno de los países de la región que antes hubieran sido muy difíciles de lograr, por el hecho que en las pasadas décadas las relaciones entre Estados Unidos y la región eran en muchas ocasiones conflictivas. Como ejemplo de esta cooperación bilateral tenemos la colaboración peruana-estadounidense en la lucha contra las drogas. Estados Unidos considera que la primera etapa en la cooperación en términos de seguridad es la bilateral, y una vez que se hayan conseguido avances y logros en esta etapa, y se haya encontrado un común denominador en los problemas que hay que enfrentar, se puede pasar a la siguiente etapa superior que es la cooperación en el ámbito multilateral para poder enfrentar a esas amenazas que son comunes a los países del hemisferio. Todavía no se ha llegado propiamente dicho a ejecutar la seguridad cooperativa en el campo de la acción. La colaboración de Estados Unidos con la región sigue aún en el ámbito bilateral, pero la idea de seguridad cooperativa ha sido planteada y el hecho de que estas cumbres y conferencias no se hayan detenido y que las ideas e iniciativas hayan sido expuestas puede ser el comienzo de una nueva forma de seguridad hemisférica para las Américas. Es temprano todavía para saber si funcionará, pues estamos en una etapa de transición y de gestación de algo nuevo. Estados Unidos propuso su agenda de seguridad cooperativa en la Cumbre de las Américas; es decir a nivel de jefes de Estado, porque había percibido que a través de la Organización de Estados Americanos (OEA) sería muy burocrático y engorroso promoverla, por el hecho que para que se aprueben sus iniciativas se necesita el consenso de los demás países miembros. Sin embargo, la OEA para no sentirse que ha dejado de tener su razón de ser como organismo para la cooperación interamericana, ha tomado casi todas las iniciativas surgidas de la mencionada cumbre presidencial. Es más, esta cumbre la delega a la OEA, por ser el organismo de consulta y cooperación interamericano, la facultad para trabajar las materias que se vieron en el temario de la cumbre. Es por eso que en este trabajo se verá que muchos de los temas de la Cumbre de las Américas han sido objeto de reuniones dentro del marco de la OEA, para desarrollar estrategias multilaterales para combatir estos males, como por ejemplo la Conferencia sobre Terrorismo celebrada en Lima en abril de 1996. En este trabajo también se analizará de qué manera el concepto de seguridad cooperativa involucra al Perú. El Perú participa en todas las reuniones de carácter multilateral, pero no es un actor principal, en lo que se refiere a iniciativas a favor de la cooperación en materia de seguridad; ni tampoco es un opositor tajante de la idea promovida por los Estados Unidos. Lo que desea el Perú es un concepto de seguridad para el hemisferio que sea compartido, comprensible, viable, actualizado y, por encima de todo, esencialmente democrático. Sin embargo, el Perú todavía no ha presentado una postura definitiva con respecto a la seguridad cooperativa. Perú, al igual que la mayoría de otros países de la región, donde destacan la posición mexicana y brasileña, no han podido aceptar esta propuesta estadounidense pues todavía tienen dudas sobre como operaría este nuevo concepto de seguridad, pues tienen temor a una porosidad de su soberanía y a la injerencia, sobre todo los militares. Argentina, siendo dentro de los países grandes de la región el más favorable hacia las iniciativas de Estados Unidos, sí ha aceptado esta nueva propuesta. En lo que se refiere a la seguridad del Perú, sus intereses estratégicos continuarán centrados en la defensa de la integridad territorial y la lucha contra la subversión y el terrorismo; pero también su seguridad se ve afectada por cuestiones de índole socioeconómico que afectan la gobernabilidad del Estado tales como la pobreza, caldo de cultivo para la violencia social y la subversión; el narcotráfico que en gran medida va asociado al terrorismo; y el daño al medio ambiente. Lo que proponemos para el Perú con respecto a la propuesta de seguridad cooperativa: Que ésta entre Estados Unidos y América Latina sea lo más equitativa posible, que la relación con Estados Unidos sea una que se base en el principio de la sociedad; es decir, actuemos como socios. Debemos evitar que la seguridad cooperativa se convierta en una relación de índole potencia-zona de influencia. Tampoco podemos negar hechos que son evidentes, el status de superpotencia que tiene Estados Unidos, y la asimetría de poder entre este y los demás países del hemisferio occidental. Por eso es que al referirme en el tipo de relación que debería darse en la seguridad cooperativa he dicho equitativa y no igualitaria, ya que eso sería utópico de alcanzar. El Perú debería a su vez siempre mantener su independencia y soberanía. Nuestro país está presto a cooperar en tareas a favor del bien común del hemisferio y a participar en esfuerzos destinados a combatir las amenazas que pueden afectar este bien común , pero esto debe ser siempre dentro de un marco de independencia y de respeto a nuestra soberanía; es decir sin imposiciones ni condiciones. Si es que la seguridad cooperativa resulta negativa para los intereses del país, debemos entonces rechazar esa propuesta estadounidense y buscar otras formas de cooperación más equitativas.es_ES
dc.description.uriTesises_ES
dc.formatapplication/pdfes_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherAcademia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuéllares_ES
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses_ES
dc.rights.urihttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/es_ES
dc.sourceAcademia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuéllares_ES
dc.sourceRepositorio Institucional - ADPes_ES
dc.subjectseguridad cooperativaes_ES
dc.subjectseguridad en las Américases_ES
dc.subjectsoberanía nacionales_ES
dc.subjectasimetría de poderes_ES
dc.subjectintegridad territoriales_ES
dc.subjectdefensa del orden públicoes_ES
dc.subjectTIARes_ES
dc.subjecttendencia armamentistaes_ES
dc.subjectnarcotráficoes_ES
dc.subjectterrorismoes_ES
dc.subjectdegradación del medio ambientees_ES
dc.subjectcorrupciónes_ES
dc.subjectCooperación de Estados Unidos con el Perúes_ES
dc.subjectlavado de dineroes_ES
dc.subjectamenazas a la seguridades_ES
dc.titleConcepto de Seguridad Cooperativa en las Américases_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/masterThesises_ES
thesis.degree.nameMaestroes_ES
thesis.degree.grantorAcademia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuéllares_ES
thesis.degree.levelMaestríaes_ES
thesis.degree.disciplineDiplomacia y Relaciones Internacionaleses_ES
thesis.degree.programDiplomacia y Relaciones Internacionales - Presenciales_ES


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